En
dicho artículo nos encontramos diferentes posturas sobre las consecuencias de
los videojuegos en los jóvenes.
Por
un lado está el estudio realizado por La
Academia de las Ciencias de Francia y en contraposición a ésta tenemos las
opiniones de Laurent Bègue, profesor de
psicología social y Bruno Harlé,
pedagogo y psiquiatra.
La
primera habla de unos efectos positivos en el uso de los videojuegos siempre
que se haga bajo la supervisión de adultos. Efectos como, el desarrollo
cognitivo en los bebes, ayuda a entender la diferencia entre lo real y lo
virtual, entre otros.
En
el lado opuesto están Laurent Bègue y Bruno Harlé. Ambos defienden que los videojuegos que mejoran las
capacidades de atención periférica y selección visual, son juegos violentos.
También critican la estrecha relación que existe entre los videojuegos y la
falta de atención, los trastornos de aprendizaje, la falta de actividad física,
los trastornos alimentarios, la violencia en las escuelas incluso la entrada al
mundo del alcohol y el tabaco.
Desde mi
perspectiva como adolescente y futura profesora es que nada es blanco o negro,
lo positivo siempre tendrá aspectos negativos y viceversa.
Recuerdo tardes
de mi infancia con videojuegos como Reciclator,
Aprende con Pipo, etc. Y la verdad, creo que he aprendido mucho con estos
juegos. Los efectos positivos han sido mayores que los negativos.
El problema hoy
en día, recae en la falta de control que tienen los padres sobre el uso del
ordenador e Internet de sus hijos. Quizás una de las causas sea la diferencia
que existe entre generaciones en el manejo de las nuevas tecnologías.
Otra razón
puede ser el tipo de videojuegos que más éxito cree entre los adolescentes. Éstos
por lo general suelen ser de violencia y coches en los niños y de Barbies, moda
y maquillaje en las niñas.
A continuación os dejo un vídeo donde podréis encontrar más información sobre este tema:
http://www.youtube.com/watch?v=pC3sVHIFdnM
http://www.youtube.com/watch?v=pC3sVHIFdnM
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